Cuando llegué a Roma por primera vez, yo ya no creía en Dios, y no tenía más que a la tierra por único cielo y único infierno. Pero no guardaba un mal recuerdo del Dios Padre de los años de mi infancia, y en mis adentros seguía ocupando un lugar entrañable el Dios Hijo, el Rebelde de Galilea que había desafiado a la ciudad imperial donde yo estaba aterrizando en aquel avión de Alitalia.
Del Espíritu Santo, lo confieso, poco o nada me había quedado: apenas el vago recuerdo de una paloma blanca de alas desplegadas, que caía en picada y embarazaba a las vírgenes.
No bien entré al aeropuerto de Roma, un gran cartel me golpeó los ojos:
Yo era muy joven y me impresionó enterarme de que la paloma andaba en eso.
Eduardo Galeano, escritor y filósofo uruguayo
Nota: El Banco del Espíritu Santo fue fundado en 1605 por el Papa Paulo V, y como dice Eduardo Galeano: “ya no hace más milagros financieros para el Vaticano, porque hace tiempo pasó al estado italiano”. El Vaticano ahora tiene otro banco llamado “Instituto para Obras de Religión”
Puedo decir que hoy cumpli mi cuota de aprendizaje diario, gracias a leer este breve comentario...Gracias a Galeano...Gracias a Jorge del Camino..
ResponderEliminarud, mi querida susana, aprende muy rapido y me encanta poder enseñarle cosas y que me las enseñe a mi. gracias por leerme y seguirme.
ResponderEliminarbesos