sábado

Registros varios

Si quien me lee tuviera que sacar el registro de conductor, deberá sortear una serie de exámenes físicos, teóricos y de habilidad en el manejo del vehículo que pretende conducir.
Si quisiera construir su casa, deberá llamar a un ingeniero que pasó por decenas y decenas de exámenes…o deberá estudiar 3 años y recibirse de maestro mayor de obras para poder firmar los planos de la vivienda.
Si quisiera vender comestibles en un almacén de barrio, deberá inscribirse en varios organismos (afip, rentas, municipalidad, etc),
pagar impuestos y obtener una libreta sanitaria después de hacerse los análisis correspondientes.
¿A que viene este listado que deberíamos cumplimentar si queremos realizar algunas cosas sencillas como conducir, construir nuestra casa o comerciar?
Viene a que hay actividades mucho más importantes que realizamos los seres humanos y para las cuales no se nos pide ninguna condición de idoneidad, ni para realizarla de entrada, ni para continuar ejerciendo esa tarea, que por natural, no deja de ser difícil.
Me refiero concretamente a ser padres.
Con dejarse llevar por los instintos, ya está (un petrolero amigo mío diría “con saber donde ponerla, si sos varón; o con saber abrir las gambas y si sos mujer, ya tenés un hijo”.
Fuerte, pero muy cierto.
Hoy, la noticia en el diario es aséptica, concisa y guarda el esquema de las 5 W. Con pocas palabras nos cuenta que cinco menores de 15 años, salvaron milagrosamente la vida al caer a la ría del deseado la camioneta en que se movilizaban a las 2:30 de la madrugada.
La foto nos muestra a uno de los menores atrapado debajo de la camioneta, siendo asistido por un oficial de prefectura.
Aclara que, afortunadamente, los menores solamente recibieron lesiones leves; que uno de ellos pudo salir de la 4x4 y dio aviso a las autoridades, quienes de inmediato concurrieron al sitio del accidente y que por suerte, la marea estaba con una baja excepcional, sino el lugar donde cayó la camioneta, hubiera tenido casi dos metros de profundidad.
Aliviado por la suerte de los chicos, sigo leyendo para saber qué pasó con el conductor del vehículo, seguramente padre o madre de uno de ellos.
(….)
No aparece, pero un párrafo secundario, casi escondido en el fondo de la noticia, me dice por qué no aparece: el padre del conductor (uno de los chicos de 15 años conducía), le había prestado la camioneta a su hijo para que saliera con los amiguitos ese viernes a la noche.
El nene, con ese permiso salió a pasear por la noche deseadense, seguramente sintiéndose alguien ubicado entre superman y brad pitt…o sea, invulnerable.
Si hubiera atropellado a alguien y lo hubiera matado, quizá jamás se hubiera descubierto quien fue y si se descubría, poco importaba porque era menor el autor del homicidio (¿culposo?). El padre tampoco hubiera sido culpable porque no estaba allí.
Los padres de los demás nenes, si bien quizá no le habrían dado permiso explícito para salir a pasear en la camioneta del amiguito de 15 años, conducida por éste, al menos son culpables de no saber qué estaba haciendo su hijo a las 2:30 de la madrugada por las calles deseadenses.
Entonces, si para tener un hijo solamente hay que saber donde ponerla o saber abrirse de gambas (mi amigo el petrolero dixit), una vez que la pusieron o abrieron las piernas, ¿no habría que exigirles algún tipo de examen para que puedan hacerse cargo (responsablemente) de aquello que crearon?
Hacerse cargo, significa saber que si mi hijo menor de edad se hace de goma con la camioneta prestada por mí, me voy a sentir una basura toda la vida…y no simplemente voy a ponerla de nuevo para reemplazar la pérdida.
Hacerse cargo significa saber que si el nene con la camioneta prestada, atropella a algún peatón u ocasiona un desastre, me voy a sentir una basura toda la vida.
Hacerse cargo significa saber que si no tengo idea de donde está mi hijo de 15 años a las 2:30 de la mañana y por eso le pasa algo (aunque fuere un accidente leve), me voy a sentir una basura toda mi vida
Y que yo sepa, la basura no tiene sexo, o sea pediría a gritos que me corten los huevos…salvo que la justicia, actuando responsablemente, me declare incapaz de tener y criar hijos y ordene que me los corten, sin sufrimiento, en un hospital del estado.

2 comentarios:

  1. difícil ...dificilísimo este tema que planteás. Ser padre, ser madre...seguro que no tenés hijos. Yo sólo tengo uno y suficiente para con sus catorce años hacerme sentir la madre pacha o la imbécil más grande del mundo.
    De chica, escuché a una mujer hermosísima, a la que adoro, contar historias de su matrimonio mal avenido,pasó el tiempo, y le contó a mi madre que se separaría de su marido por hacerle la vida imposible, al tiempo, una noticia me marcó para siempre , sin exagerar, esto de la responsabilidad compartida.
    Mis dos primos murieron en el coche que les prestó el padre sin que la madre supiera, eran bellos como el sol, con sus pelos largos, rubios y despeinados, y así, de un jaque mate, los dos perdieron su brillo bajo las ruedas de un colectivo. Tenían 17 y 22 años. La mujer, sigue siendo bellísima, y sigue visitando a mi tía, ya que mi madre y padre no existen más. Pero su mirada , de un azul increíblemente límpido, e inocente, no deja jamás de preguntar por qué. Y su tristeza, aunque se ría con todas sus ganas, no se apaga jamás.
    Siempre medité sobre esto. Siempre. Y pienso que le destino, el señor destino, le tiene reservado a cada uno su hora, aunque tomemos todos los recaudos para que nuestros hijos adolescentes, ni siquiera tiemblen de frío.
    Es un sentimiento tan contradictorio que no te lo puedo explicar más que diciéndote, no hay ley que valga. El universo es el único que sabe dónde está agazapado el fin de cada vida.
    Por más que nos quiebre.

    un saludo

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  2. Hola ingrid. Si, tengo 3 hijos y posiblemente uno más que jamás pude conocer por haber estado metido en medio de lo que puede llamarse una guerra. saludos

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